martes, 21 de julio de 2009

CEOE dice que "flexiseguridad" implica abandonar "planteamientos simples"


Importante información en los medios muestra nueva maniobra de la Patronal para avanzar sus posiciones frente a la clase obrera.

El secretario general de la CEOE, José María Lacasa ha defendido hoy abordar el debate sobre la "flexiseguridad" laboral aunque ello implica abandonar "planteamientos simples".

Lacasa, que inauguró hoy la Jornada "El desafío de la flexiseguridad", organizada por la CEOE y patrocinada por el Banco Santander, subrayó la necesidad de incidir en varios ámbitos y no solo "en un elemento aislado de la regulación del mercado laboral".

El concepto de la flexiseguridad, tiene su origen en el sistema de relaciones laborales danés, un modelo poco intervencionista que confía en los interlocutores sociales para regular las condiciones de trabajo a través de los convenios colectivos.

Según la CEOE, el esquema se basa en un coste de despido nulo o muy bajo, siempre que no se vulneren los derechos fundamentales o los convenios colectivos; una "generosa" prestación por desempleo financiada a cargo de los presupuestos generales y políticas activas de empleo vinculadas a políticas pasivas (prestaciones por desempleo).

Para Lacasa, una de las mayores utilidades de la flexiseguridad estriba en que busca reforzar la capacidad de los trabajadores para ser empleables, lo que amplía la garantía de su integración social.

"Los trabajadores deben asumir la empleabilidad como una responsabilidad compartida", señaló Lacasa, quien explicó que ello "supera el planteamiento tradicional basado en proteger, a contracorriente muchas veces, el puesto de trabajo".

En su opinión, los esquemas clásicos de protección del empleo "no garantizan siempre ni mayor satisfacción ni mayor seguridad del empleo y menos aún en mercados de trabajo con altas tasas de desempleo, como en España".
Para Lacasa, la interacción entre las políticas activas (intermediación, orientación y formación de los desempleados) si está bien gestionada "explicará la clave del éxito de cualquier reforma".

Lacasa criticó que en España el porcentaje "de rigideces" es más elevado que en los países del entorno y que se produce tanto en la regulación laboral, como en el sistema de políticas activas, que calificó de "descoordinado y en buena medida ineficiente", y en un sistema educativo "lejano" de las demandas reales del mercado.

Por ello, la patronal pide reformas "sensatas" pero a la vez "audaces", ya que en un escenario globalizado y competitivo, "la adaptación al cambio es una premisa de supervivencia".

Así, pide que se modifiquen los planteamientos jurídicos para flexibilizar las relaciones externas de las empresas, tanto en la contratación como en el sistema de protección del empleo en línea con los países competidores.

Además, demandan más flexibilidad interna en cuanto al tiempo de trabajo, la movilidad o la vinculación de los salarios a la productividad, para mejorar la gestión de las empresas.

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